Igual que en otros paísescon nuestro desarrollo socioeconómico, la natalidad española ha descendido a la mitad en los últimos años.
La incorporación de la mujer al mundo laboral, así como el uso de métodos anticonceptivos son ejemplos de algunos de los motivos que han contribuido a transformar la paternidad actual.
Simultáneamente, cada vez son más las parejas que demandan a la ciencia algún tipo de ayuda para tener hijos. Muchas lo hacen porque la pareja es estéril (según la Organización Mudial de la Salud hay 70 millones en el mundo) y otras porque tienen algún problema que reduce su fecundidad.
El retraso del momento en el que se tiene el primer hijo es una de las causas que provocan esta demanda, pues la edad de mayor fertilidad en la mujer se encuentra los 20 y 35 años; sin embargo, la tercera parte de las españolas actuales tienen su primer hijo cuando ya la han pasado.
En la última década del siglo XX se cuestionaron todas las técnicas de reproducción asistida, ya que surgieron multitud de situaciones que hicieron tambalear los principios éticos y las costumbres sociales.
Habían surgido las madres de alquiler, que por una cantidad de dinero prestaban su útero a parejas necesitadas, mujeres que quisieron ser madres más allá de la menopausia gracias a la clonación de óvulos, multitud de blastocitos humanos congelados a la espera de saber qué haber con ellos.
Los diarios comenzaron a publicar titulares como los siguientes: "Sacan semen a un español muerto en su luna de miel a petición de su viuda", "Una madre de alquiler alumbra gemelos para una pereja gay","Desean tener un nieto con esperma de su hijo muerto y una madre de alquiler".
Un equipo de investigación canadienses ha presentado en la Conferencia de Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología el primer caso de un bebé nacido de un óvulo madurado en el laboratorio y después congelado.
Esta técnica podría ayudar a las mujeres que por cualquier motivo no puedan tener hijos ni tampoco pueden someterse a las técnicas de fecundación in vitro comunes.
Hijos a la carta
El diagnóstico preimplantacional es otro de los objetivos actuales de la reproducción asistida.
Las parejas con riesgos de transmitir enfermedades hereditarias desean segurar la salud de su futuro hijo antes de implanatr el blastocito en el útero. La selección de futuros embrione, que hace uños años provocaba rechazo social, ha comenzado a practicarse. Así por ejemplo, en muchas enfermedades que están ligadas al sexo se puede seleccionar el del futuro embrión para evitar la enfermedad.
En un caso ocurrido en 1996 se descartaron aquellos blastocitos que habían heredado genes sospechosos de causar el mismo cáncer que sufría uno de sus padres.
Niños Probeta
El primer ser humano concebido así, fuera del útero femenino, en un asèptico y pequeño reciente de vidrio, nació por cesárea tras la gestación en el útero materno en 1978; fue una niña que se llama Louise Brown.
La fecundación humana comenzaba a desvincularse de las relaciones sexuales y del cuerpo a cuerpo.
Los derechos de imagen que se pagaron por filmar la cesárea fueron millonarios y en ella el ginecólogico mostraba el abdomen abierto de la madre para demostrar que no tenía trompas de Falopio. Seis años después, nacía el primer "bebé probeta" español. Hoy proliferan las clínicas de reproducción asistida y ya hay en el mundo más de 2.000.000 niños concebidos de forma similar.
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